MARZO

MARZO

Dice el refrán de este mes

si es por viento, ventoso

de los doce el más lluvioso

y    y caluroso, no es.

El campo se viste de flores

la tarde comienza a crecer,

pajarillos que regresan

después de un invierno crudo

deseosos de nacer.

Y así con sus cantos melosos

con sus miedos recelosos

y en sus nidos amorosos,

demostrando su querer.

SUEÑOS

SUEÑOS

Cuando la noche ensombrece mi mente

siendo presa mi alma perdida

una nube se hace presente

ocultando la paz de mi vida,

cabalgando y cruzando ese puente

que confunde, realidad con mentira.

De repente, cual escena de superocho

me vienen absurdos recuerdos

de acontecimientos que fueron vividos,

entremezclando momentos sufridos

con hechos concretos de seres queridos.

Trabajo, familia, sexo, o amigos

son los protagonistas de la próxima escena

sin orden ni concierto, mezclados y unidos

en un puzle gigante, como granos de arena.

No consigo encontrar el guión

que permita hilvanar la contienda

caminando a ciegas, sin dar con la senda

que me lleve a un final, cuando caiga el telón.

SONETO DE AMOR

SONETO  DE  AMOR

  

Para vivir el momento

de hecho tan renombrado,

quiero olvidar el pasado

empujado por el viento.

 

María y Javier, almas gemelas

inquietas desde el nacer

el tiempo para creer

que pronto las armas velas.

 

Espejo en el que mirarte

para quedar complacida,

y disfrutar con besarte.

 

Secuencia de amor compartida

y al fin culminar con arte,

 

unidos por siempre en la vida.

MI JACA TORERA

MI JACA TORERA

Cual si fuera prima dama

de un ballet contemporáneo

baila en la plaza mi jaca

y al sonar de los tamboriles

frente al chiquero se planta,

y a esperar que pronto se abra

el portón de los toriles.

Con mi garrocha en la puerta

a lomos de mi jaca torera

esquivo tras corta espera

a ese ciclón que tras mi estela

recorre toda la plaza.

Caballo de sangre brava

sujeta tu miedo y aguanta

la embestida siempre franca

del garañón de la dehesa,

y cuando a ti se precipite

y trate de buscar tu zancada

dale los pechos y esquiva

que te alcance su cornada.

Para la suerte de recibir

tengo a la puerta una jaca colina

tan elegante y distinguida como un visir,

y cuando nota que tras la grupa

surge la muerte como un misil

va y la recorta, precioso quiebro, dejando al bicho

con menos fuerzas para embestir.

A dos manos banderillas

con mi caballo lucero

que dando los pechos sincero

pone al bicho de rodillas

Rejoneo de alta escuela

de aquél que cae en la montura

cual si fuera una escultura,

y a lomos de su caballo torero

baila pisando el albero

y compone una partitura.