sábado, 17 de mayo de 2025

 

SONETO SOCIAL

 

 

La calle llora el peso de su gente,

rostros cansados, hambre en cada esquina,

la noche es un refugio que declina,

el alba un grito roto e indiferente.

 

 

 

Los niños juegan bajo un sol hiriente,

sin libros, sin escuela, en la rutina

de un mundo que los mira y los fulmina

con ojos de ambición que se presiente.

 

 

 

Y mientras, los que mandan, desde el trono,

 repiten con discursos la promesa

de un pan que nunca llega a ser entero

 

 

 

pero la voz del pueblo al fin encono

y en su clamor, cual ola que no cesa

rompe cadenas, rompe su sendero.

 

 

 

 

 

 

                  L. Carlos de Torres Segovia