ORACIÓN
DEL TORERO
Ante
tus plantas me poso,
Reina
y Señora mía.
Y en
la Capilla del Coso
rodeado
de mis miedos
con la
lengua enlabazada
me
aventuro a balbucear
Tu
nombre pidiéndote a coro
que en
la batalla a librar
me
cubras con ese manto
cual
nube me llegue a tapar,
librándome
de algún pitonazo
y
logre volver a triunfar.
Con
todo el poder que Tú tienes,
haz
que me embista el morlaco,
que
acuda presto a su cita
que
sea noble en la embestida
y no
desarrolle resabio.
Que mi
llamada sea, como un resorte
que
encienda la mecha de su bravura
y
haciendo gala de su hermosura
logremos
juntos buscar el Norte.
¡Escúchame,
Fuensanta mía!
En tus
manos dejo mi protección,
sabiendo
que siempre serás mi guía
luz
que ilumine en la noche oscura
faro
que alumbre en la mar bravía
sombra que impida la
insolación,
de
este indigno e insignificante siervo
que
deja sus miedos bajo tu manto
y pide
a gritos con devoción,
¡Ayúdame
a pasar este trance, Virgen de la Consolación!
la Plaza de Toros de la ciudad de Murcia (España)