PECADOS CAPITALES
Apartate de mi VANIDAD
preso estoy de ti en mi locura,
ansiando dar al fin con la cordura
y nunca ser delfín de tu amistad.
Quisiera mirarme al espejo
triste figura la mía,
y encontrar como un reflejo
la humildad que siempre dejo
transcurrir por otra vía.
Apartate de mi HIPOCRESÍA
preso estoy de ti en mi locura,
quisiera huir al fin de tu espesura
y dar al traste así, con tu ironía.
La mueca imperturbable de mi mascara
cambiarla quisiera por una sonrisa
libre la pulpa, quitarle la cáscara
y hacer de la sombra figura sumisa.
Apartate de mi PEREZA
preso estoy de ti en mi locura,
ansiando ver al fin a quien conjura
librando de ataduras, sutileza.
A veces me asalta el intento
de caer en la atonía,
dejando mi cuerpo muerto
librándome del día a día.
Más, pronto se escapa el resorte
que aclara de ideas la tempestad,
dejando que busque el norte
y siga esquivando el corte
que ampute mi honestidad.
En el transcurso del tiempo
un suspiro es una vida
una vida una ilusión,
del que tiene y aún aspira
vela que acoge al viento
cumpliendo con su misión.
Apartate de mi SOBERBIA
no hagas pasto de mi en tu caminar,
deja que me impregne de la inocencia
y luzca humilde en mi, a tu pesar.
Que necio es el genero humano
que pretende con la mano, al alargar
disputar al Gran Supremo, esfuerzo vano
que nos haga de algún modo, despertar.
Apartate de mi IRA
preso estoy de ti en mi locura,
quisiera siempre ser punto de mira
y blanco hacer de ti, con mi armadura.
Cuando la sangre bulle y me aprisiona
dando paso a la sin razón,
al borde del precipicio asoma
dejando actuar al corazón.
Más, si logras cruzar esa gran ola
dejando a tu alma que busque la paz,
serena la mar si te encuentras sola
logrando que al mundo le cambie su faz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario