A MI NIETO
LUISCA
Si tu mirada
es el mar
y tu pelo
blanco armiño,
no hay quien
pueda mejorar
y así lo
quiero contar,
la grandeza de
este niño.
Luisca,
espero que en
esta vida
administres tu
grandeza
tan sutil como
pulida,
desterrando de
tu lado la pereza
y logrando con
tu esfuerzo la proeza
de nadar y
bien guardar, ropa tendida.
Aunque es
corto el camino
ya se descubre,
de tus rasgos
y gestos
una virtud,
sin recodos ni
recovecos
todo a la
vista,
como tesoro
más grande
tu pulcritud.
Tercera
generación de Luis Carlos
sangre
mezclada de tierras,
raíces que son
tan profundas
que aportan de
sabia tus venas
soñando que
nunca sucumbas
por duras que
acudan tus penas.
Conserva para
siempre, la gracia que Dios te ha dado
cúbrete de
valores, ármate como un soldado,
y así, cuando
afrontes la vida
cuando te
enfrentes a duras batallas
que librar
ante algunos canallas,
estarás
preparado, fuerte, sabio, dispuesto
como el árbol
que hunde sus raíces
y sacando lo
mejor de tus matices
seas capaz de
atracar en un buen puerto.
Angel de
Salzillo, yo te conmino
que seas
siempre educado, trabajador, obediente
que seas del
horizonte, sol creciente
y sigas siempre del sendero, el buen camino.
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