lunes, 12 de junio de 2017

LA VIDA MISMA


 
 
LA VIDA MISMA
 
Cuando al alba me despierto
y comienzo la jornada,
algo, que no es nada cierto
me sujeta a la almohada.
 
Venciendo tres mil tentaciones
de seguir doblando el ala,
hago de tripas corazones
saltando como una bala.
 
Toda una vida luchando
en favor de los demás,
siempre en la brecha empujando
con el carro por detrás.
 
Desde niño con la escuela
primeros pasos sufriendo
al notar como la espuela
de la vida vas sintiendo,
y entre tortas y sermones
de tus pasos tropezones,
experiencia y aprendiendo.
 
Del pelotón destacado
en astucia y pillería
no te libra del pecado
de sufrir la artillería,
que con criterio sesgado
pone coto a fechorías.
 
Que largos se hacían los días
que rompían con el alba,
siendo las tardes tan frías
que al calor yo me arropaba,
tratando de hacer siempre mías
vivencias de la jornada.
 
Pronto sientes la llamada
que te arrastra cual ciclón,
buscando entre la manada
favorita de tu harén,
y antes que encuentres nada
tres morillas de Jaén,
resurge desde la nada
bailarina del Edén.
Y a partir de este momento
te remangas sin recato
primeras palabras de un cuento
que te encuentran sin el ato.
 
Una guardia, detrás de la otra
noches en vela cansancio que brota,
letras que vencen sin un solo margen
que impiden el ocio luchando que bajen.
No hay descanso en la jornada
cuando acabas una cosa
esquivando la cornada,
viene el tiempo y aun se posa
destrozando la jugada.
 
Cual peregrino a Santiago
vas cumpliendo las etapas
bebiendo hasta el ultimo trago
vino viejo, de sus esencias destapas.
 
Y ahora, cansado, echando la vista atrás
y viendo lo que has creado
dudas si en el fondo habrás
después de tanto luchado,
tomar por lección sabrás
árbol de leña cortado.
 
 
 
 

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