CARTA A MI MADRE
Cual simiente
que prende en la tierra
me aferro con fuerzas
a tu seno materno.
No existe mejor materia
que nutra mi cuerpo,
que alimente y que fluya
por todas mis venas,
que el aliento de vida
tan cabal y fraterno.
No me dejes
de tu mano segura.
No consientas
que destruyan mi vida
con temores que inducen
a crear una herida,
que desgarren mi alma
y mi vida futura.
Quiero sentirte a mi lado
oír tus latidos
como suenan potentes,
cuando notas en tu seno
mis ansias frecuentes,
de compartir nuestras vidas
y cruzar este vado.
¿Es acaso
quimera lo que pido?
¿Es legal
que por solo un defecto
se destruya un proyecto
y de esta manera
condenarme al olvido?
¡No! Quiero vivir
y compartir esta vida.
Reír con aquellos que lloran
llorar con aquellos que ríen,
expresar sentimientos que
afloran
de una vida
que todos adoran,
y gozar
cuando todos me admiren.
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