FAENA
siento,
como el viento acompaña a mi muleta
dibujando
en el aire como un lienzo
el
valor de mi arte contenido.
Baja
la testa morlaco,
busca
con tu hocico partitura
que
suenen al aire las notas maestras
que
arranquen de la boca, un ¡olé! ensordecido
y
acompañen mi faena, enardecido
por
el publico que busca su opereta.
Majestuoso
he de estar, si bien me ayuda
si
me embiste con nobleza y repitiendo,
desmayado
mi cuerpo y recibiendo
una
mole que busca en su camino
alcanzar,
con fiereza mi destino
y
me lleve al olimpo con dulzura.
Cuando
ya la faena es concluida
y
te entregas con nobleza a mi mandato
cuatro
lances de castigo, ¡ojo al dato!
y remato, esperando tu embestida.
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