CUENTO DE
NAVIDAD
Es Escuchad
atentos niños
que quiero
contaros un cuento
que cambio
muchos destinos,
siendo el
inicio del tiempo
que marco
muchos caminos.
Allá, por los
tiempos remotos
en la lejana
Judea
quiso el Gran
Dios en su afán
de lograr que
el hombre fuera
redimido de
sus faltas
y al morir que
a Él lo viera,
un milagro se
produjo
siendo María
la elegida
para salvar a
este mundo
de esa lacra
tan temida.
Cuando María
ya se notaba
que el Niño ya
se movía
en Belén busco
posada
donde alumbrar
ya pedía,
y a pesar de
su avanzada
gestación que
se intuía
no encontró
acomodo alguno
siendo una
cueva el palacio
donde vino el
Rey del mundo.
Más, no le
falto a este Rey
vasallos que
lo adoraran
pues unos
pastores que estaban
con su ganado
en el campo,
vieron del cielo
una estrella
que alumbrando
aquella cueva
con sus rayos
los llevaba
a anunciar la
buena nueva.
Lo mismo que a
los pastores
esa estrella
apareció
en la lejana
Oceanía,
y con sus
rayos marco
a tres Magos
el camino
de lo que
fuera el destino
a ese a ese
Niño que nació.
La estrella
alumbro el sendero
que guiara a
los tres Reyes
hasta
llevarlos sin miedo
ante el Divino
Misterio.
En el camino
encontraron
a un Herodes
perverso y malo
que al
escuchar la noticia
que un Rey
había llegado,
por miedo a
perder franquicia
quiso saber de
los Magos
al percibir
los halagos
que del niño
hacían justicia.
Los Magos por
fin lograron
escapar de sus
patrañas
y guiados por
la estrella
que alumbraba
hacia el Portal,
vieron al Niño
soñado,
y ofrecieronle
tesoros:
Oro por su
estirpe Real,
Incienso por
su condición Divina,
y Mirra de lo
mas terrenal.
Y así, ante la
cuna del Rey
a sus pies
todos cantaron
y entre todos
lo arroparon
con la mula y
con el buey.
Escuchad
atentos niños
la voz que
surgió del Portal
pues ese Niño
que nació en Belén
quiso dejar un
mensaje
por los siglos
de los siglos amen.
Y recordar:
Que es tiempo
de Paz y de Concordia
de recuerdos
de nuestra niñez
que afloran a
nuestra memoria,
de cánticos y
villancicos
de zambombas y
panderetas,
de adornos en
nuestras casas
de higos,
nueces, dulces y pasas.
Que es tiempo
de compartir
con el más
necesitado
de perdonar, y
sentir al Niño
como amigo a
nuestro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario