jueves, 19 de mayo de 2016

CUENTO DE NAVIDAD


CUENTO DE NAVIDAD



Es              Escuchad atentos niños
       que quiero contaros un cuento
       que cambio muchos destinos,
       siendo el inicio del tiempo
       que marco muchos caminos.

       Allá, por los tiempos remotos
       en la lejana Judea
       quiso el Gran Dios en su afán
       de lograr que el hombre fuera
       redimido de sus faltas
       y al morir que a Él lo viera,
       un milagro se produjo
       siendo María la elegida
       para salvar a este mundo
       de esa lacra tan temida.

       Cuando María ya se notaba
       que el Niño ya se movía
       en Belén busco posada
       donde alumbrar ya pedía,
       y a pesar de su avanzada
       gestación que se intuía
       no encontró acomodo alguno
       siendo una cueva el palacio
       donde vino el Rey del mundo.

       Más, no le falto a este Rey
       vasallos que lo adoraran
       pues unos pastores que estaban
       con su ganado en el campo,
       vieron del cielo una estrella
       que alumbrando aquella cueva
       con sus rayos los llevaba
       a anunciar la buena nueva.
  
       Lo mismo que a los pastores
       esa estrella apareció
       en la lejana Oceanía,
       y con sus rayos marco
       a tres Magos el camino
       de lo que fuera el destino
       a ese a ese Niño que nació.
             
       La estrella alumbro el sendero
       que guiara a los tres Reyes
       hasta llevarlos sin miedo
 ante el Divino Misterio.

 En el camino encontraron
 a un Herodes perverso y malo
 que al escuchar la noticia
 que un Rey había llegado,
 por miedo a perder franquicia
 quiso saber de los Magos
 al percibir los halagos
 que del niño hacían justicia.

 Los Magos por fin lograron
 escapar de sus patrañas
 y guiados por la estrella
 que alumbraba hacia el Portal,
 vieron al Niño soñado,
 y ofrecieronle tesoros:
 Oro por su estirpe Real,
 Incienso por su condición Divina,
 y Mirra de lo mas terrenal.

 Y así, ante la cuna del Rey
 a sus pies todos cantaron
 y entre todos lo arroparon
 con la mula y con el buey.

 Escuchad atentos niños
 la voz que surgió del Portal
 pues ese Niño que nació en Belén
 quiso dejar un mensaje
 por los siglos de los siglos amen.

 Y recordar:
 Que es tiempo de Paz y de Concordia
 de recuerdos de nuestra niñez
 que afloran a nuestra memoria,
 de cánticos y villancicos
 de zambombas y panderetas,
 de adornos en nuestras casas
 de higos, nueces, dulces y pasas.
 Que es tiempo de compartir
 con el más necesitado
 de perdonar, y sentir al Niño
 como amigo a nuestro lado.

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