EL ALMA Y EL CUERPO
¿Qué tal compañero?
Sé que vamos en el mismo viaje,
compartiendo de un mismo sendero
cada cual con distinto ropaje
y al final en común apeadero.
Tú con tus cuitas
tus dolores, tus angustias
tus trastornos, tus jaquecas malditas.
Yo, con mis desvelos
sinsabores, preocupaciones
que incitan a mis recelos
y destierran mis satisfacciones.
¿Qué tal compañera?
Como van tus aspiraciones
tus anhelos, tus ilusiones
tus ansias de triunfar
que vienen a confirmar
deseos de superaciones.
De mis achaques, que son ya regla
he de contarte siempre presentes
que ya son fijos, jamás ausentes
de mis martirios, toda una pepla.
El alma y el cuerpo
el cuerpo y el alma
compañeros inseparables
que hacen un todo
del tiempo una pausa,
librando batalla
luchando de un modo
materia y esencia
en yugo irrompible
que el viento traspasa.
Que el tiempo descansa
sobre anchas espaldas
de un cuerpo y un alma
que juntos soñaron vivir si la pausa
que marca un destino, impasible lo lacra.
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