CASTA
¿Hasta cuando tendremos que soportar
pobres ciudadanos de a pie
a esta pandilla de ineptos
que gracias a votos secretos
siguen pidiéndonos fe?
Me pregunto.
No puede ser tan complejo
es cuestión de raciocinio,
dejar que siga el reguero
el agua que busca el destino
nutrida de algún buen consejo.
Pero no, ellos lo saben todo
desde el momento que salen
nominados como astros de cine,
sus ojos de nada les valen
sus oídos de cera se cubren
protegen su piel con un manto
que impide llegar a su alma
y solo escuchan el canto
que engola, y los sube a la palma.
¿Tanto corrompe el poder?
¿Cómo se puede cambiar?
Quisiera en algún momento
poner a prueba mi sentimiento,
y, estando en la buena orilla
coger la sartén por el mango
dar la vuelta a la tortilla
y tratar de salir de ese fango.
Torpes, engolados, mediocres,
usad lo que al hombre define
y con tres axiomas sencillos:
¿Me gustaría para mí?
Si yo estuviera en su lugar.
Haz el bien y no mires a quien.
Con estos tres mandamientos
tan difíciles por fáciles de realizar
seríais ricos en fundamentos
que hicieran posible el prosperar.
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